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lunes, 17 de noviembre de 2014

La responsabilidad social de las empresas de comunicación



El concepto de responsabilidad social es una de las cualidades básicas de cualquier empresa de ámbito público pero sin embargo, es uno de los que más se diluye en el funcionamiento de dichas empresas. El caso de las empresas de comunicación no es distinto en absoluto, es más, en el asunto de los medios, la responsabilidad social se conoce como un mito lejano que en ocasiones aparece para incordiar al mandamás de turno pero que rápidamente vuelve a ocultarse para permanecer otro tiempo en la sombra.

Las empresas de comunicación son de las que más influencia suponen, por ello, no es de extrañar que estén completamente politizadas,  lo que ya en sí vulnera el principio de responsabilidad social: en mi opinión esta responsabilidad debe comenzar por facilitar la libertad de pensamiento y no en enfatizar el control social introduciendo en la mente de la población mensajes que le dirigen su camino a seguir convirtiéndolos en una marabunta de autómatas que bailan al son del compás que marca el poderoso.

Tomando esta capacidad de influir como algo positivo, los medios no emplean este poder en promulgar lo que socialmente se consideran buenos valores, salvo en los casos en los que la imagen del medio queda tan dañada que el espectador despierta de su sueño hipnótico para darse cuenta de la basura de la que está siendo participe de manera indirecta; es entonces cuando las cadenas  y las páginas de los periódicos se llenan de programas de ayuda a los desfavorecidos y de historias trágicas que siempre estuvieron ahí pero que no eran rentables. ¿Rentables? ¿Cómo se puede pensar en las desgracias de los demás solo si es rentable? ¿Cómo se puede traficar con la desdicha de una familia? Los ciegos defensores de la aptitud desconsidera de las empresas de comunicación responde a estas preguntas diciendo frases del tipo: “es un negocio” “deben mirar por su empresa” “le dan a la gente lo que la gente quiere ver”. ¿Es verdad que la gente quiere verlo? Tal vez la gente ha sido sometida a tantos lavados de cerebro que ha perdido el  concepto de la dignidad y otra serie de valores que considero importantes. Otro argumento muy empleado es “hay muchos otros programas, quien quiera puede cambiar de canal” si, hay muchos otros programas pero por desgracia los productores cada vez invierten menos en ellos porque se dan cuenta de que a las empresas les salen más beneficiosos programas donde la moraleja es “no hagas nada y lo tendrás todo”. Esto no es responsabilidad social, una industria con tanta influencia no debe transmitir estos mensajes de vagancia y falta de moralidad, lo único que enseñan es que todo vale que no hay que esforzarse, no nos llenan intelectualmente solo nos van matando poco a poco por dentro, nos convierten en marionetas de madera carcomida dirigidas a través de hilos de cotilleos por corruptos de la razón.

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